Robos en comercios

Un negocio es siempre un lugar vulnerable de sufrir un robo. No sólo porque los ladrones piensan que se pueden acumular en las cajas importantes cantidades de dinero, sino también porque una vez que el negocio cierra y llega la noche el local se encuentra vacío y por lo tanto desaparece para los delincuentes el temor a ser pillados ‘in fraganti’.

No sólo la caída de la noche, también el tipo de negocio hace que sea más o menos atractivo para potenciales asaltantes. En este sentido, los negocios que sufren más percances son las gasolineras, seguidas de cerca por los hoteles. Los bares y restaurantes son los terceros de la lista.

Predilección por objetos pequeños y valiosos

Además, se observa una tendencia por parte de los delincuentes a decantarse por los robos de objetos pequeños y de alto valor económico. Así pues, locales comerciales como farmacias, tiendas de telefonía móvil o, en menor medida, ópticas son también objetivos preferenciales para los ladrones.

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Publicado el 27 de marzo de 2018